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La Plataforma Unitaria en Defensa de la Universitat Pública (PUDUP) ha organizado 41 clases, durante los días 25 y 26 de febrero, que han sido impartidas en plena calle en protesta por los recortes en la enseñanza universitaria. Con un frío que helaba los huesos, los alumno/ as han asistido a clases de historia, antropología, filosofía, entre otros, en lugares como Plaça Catalunya, el Palau Reial o el patio del CCCB.
Para el día 28 de febrero se convoca una huelga general de profesores y estudiantes universitarios a las 12.30h en Plaça Universitat.
Para mas información: www.launialcarrer.wordpress
Fotografías de Tono, Manu y Teresa
Manifiesto:
Manifiesto de la Plataforma Unitaria en Defensa de la Universidad Pública (PUDUP)
La educación pública es un derecho y una necesidad social, no un privilegio. Como trabajadores y alumnos que ahora mismo estamos viviendo la transformación política y económica de la Universidad Pública, nos sentimos con responsabilidad social de transmitir a la ciudadanía nuestra preocupación. Se está ejecutando una transformación estructural que pone en suspenso el derecho a la educación pública de las próximas generaciones. Somos plenamente conscientes que lo que estamos viviendo es una transformación que afecta a todo el Sector público y, en general, al modelo de sociedad que queremos. Somos plenamente conscientes de que la reforma afecta a toda la educación pública, tanto en la Universidad como en la educación primaria y secundaria. Es nuestra responsabilidad defender la Universidad Pública de la que formamos parte y poner en conocimiento de todos, que las reformas no sólo afectan a los que ahora están en la Universidad sino a los que vendrán y los que querrán venir en el futuro. Debemos asegurarnos de que las próximas generaciones tengan al menos los mismos derechos de acceso a una formación pública y de calidad. Por todo esto exponemos:
El cambio de modelo universitario limita la posibilida de acceder a los estudios universitarois. En una sociedad del conecimiento donde la formación no sólo es requisito indispensable para poder acceder al mercado laboral sinó también para el desarrollo de una ciudadanía crítica. Las políticas universitarias que se están aplicando tienden a convertir en un privilegi el acceso a esta formación. Es incongruente, e irresponsable para las próximas generaciones, dificultar el acceso a la Universidad cuando, en una coyuntura de crisis económica como la que sufrimos, la formación se ha señalado como un elemento fundamental para superarla y a la vez, puede ser también una vía de transformación de las condiciones que han llevado a esta crisis.
La coyuntura económica, en la que se exigen recortes en el sector público, se está utilizando para reducir la financiación pública de la Universidad y aumentar el coste de la enseñanza para las y los estudiantes y sus familias.
Los recortes están precarizando las condiciones de trabajo tanto del personal docente y investigador como de la administración y sus servicios, cuando no, directamente, provocando su despido. Un contrato fijo e indefinido es un derecho de todo trabajador dentro y fuera del ámbito público, y para nada un privilegio.
Les consecuencias de esta precarización repercuten directamente e la calidad de los servicios. No se puede aspirar a la calidad y excelencia con políticas de precarización laboral y una reducción del número de profesores y de personal de la administración y servicios.
Estos recortes conllevan la pérdida de muchos puestos de trabajo, no solo dentro de la Universidad a todos los niveles, sino también a las empresas que ofrecen servicios y los proveedores.
Denunciamos la falta de transparencia en la gestión. Las progresivas reformas universitarias han impulsado un modelo de gobierno de la Universidad que mezcla un modelo empresarial con el modelo de gestión pública. Esta combinación se ha traducido en una falta de transparencia en la gestión que no es consecuente con una institución de carácter público.
Denunciamos también las presiones orientadas a la progresiva pérdida de control democrático de las universidades públicas y del conjunto del sistema universitario. Presiones que pretenden minimizar la participación de la comunidad universitaria a favor de un sistema jerárquico dominando por representantes del poder empresarial.
Delante de un proceso de internacionalización de las universidades destinado a captar «clientes» al rededor del mundo, recordamos que la sociedad catalana tiene el derecho a un uso pleno de la lengua propia del país, incluyendo su utilización a todos los niveles de la enseñanza superior.
Es necesario repensar la Universidad Pública, todas y todos queremos una Universidad mejor. No se trata de aferrarnos a un modelo anterior como tampoco de aceptar acríticamente las reformas que se imponen con criterios de beneficio monetario. La educación no es un negocio, es un derecho. Para reconstruir la Universidad Pública exigimos que no se nos impongan las reformas sino que éstas sean fruto de decisiones conjuntas que nazcan de la propia comunidad universitaria y de la sociedad, y que tengan presente el interés colectivo de la ciudadanía y la función de la universidad como un servicio de interés público.
Texto: PUDUP
