Estocolmo, huelga de hambre por el clima, las personas.
«Me da tanto miedo, siento que no puedo hacer nada, que realmente no puedo planificar mi futuro porque no sé cómo se verá».
En muy poco tiempo Suecia se ha convertido en un país referente en la lucha contra el cambio climático, a raíz del movimiento surgido de Greta Thunberg y sus declaraciones en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 2018 en Polonia.
Un año más tarde, en la capital de Suecia, Estocolmo, se ha realizado la semana de huelga de hambre mundial por el clima convocada por Extinction Rebellion.
Extinction Rebellion es un movimiento social creado en el Reino Unido hace un año. Ellos y ellas mismas se definen como «un movimiento internacional que utiliza la desobediencia civil no violenta para conseguir un cambio radical con el fin de minimizar el riesgo de la extinción humana y el colapso ecológico».
Desde el pasado 18 de noviembre hasta el domingo 24, ocho activistas se sentaron fuera del Parlamento sueco para realizar la semana de huelga de hambre. El objetivo es mostrar solidaridad con todas aquellas personas que mueren de hambre hoy en día o que están en peligro de morir de hambre en un futuro como resultado del colapso climático.
Con esta acción quieren llegar a los políticos y medios para centrar la atención en la crisis climática y actuar de acuerdo con las demandas de la rebelión:
- Los gobiernos deben hablar claro, decir la verdad y declarar una emergencia climática y ecológica, trabajando con otras instituciones para comunicar la urgencia del cambio.
- Detener la pérdida de biodiversidad y reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero a cero para el 2025.
- Crear una Asamblea Ciudadana que guíe al gobierno hacia los cambios necesarios por el cambio climático y la justicia y sostenibilidad ecológica.
Durante la semana, han podido hablar con varias políticas, entre ellas el líder del partido de izquierdas Jonas Sjöstedt y Annika Jacobsson, jefa del gabinete de Isabella Lovin (Ministra de Medio Ambiente y Clima); y se les ha prometido una reunión con el viceprimer ministro. También han mantenido una conversación con la ministra de Finanzas, Magdalena Andersson, y han pedido una reunión adecuada con ella y con el primer ministro Stefan Löfven.
Lee, estudiante de 18 años: «Hago esta huelga de hambre porque siento la necesidad de hacerlo. No creo que anime a otras personas a hacerlo, pero me surge del amor y la desesperación. Y como nuestros políticos no actúan según la crisis actual, debemos hacer acciones así. Hemos estado haciendo muchas de otros tipos dentro la desobediencia civil, pero no recibimos tanta atención como la que necesitamos, y por eso hacemos acciones más drásticas, como esta.«
Sofía, estudiante de 19 años: «Hoy estoy aquí apoyando, ya que empecé la huelga de hambre, pero después de unos días me detuve porque me sentía muy mal. Lo hago porque estamos muy jodidas ahora mismo. Y me da tanto miedo, siento que no puedo hacer nada, que realmente no puedo planificar mi futuro porque no sé cómo se verá. Así que básicamente estoy aquí porque tengo mucha ansiedad climática y lo único que realmente me alivia es el activismo.»
Lennart, pensionista de 65 años: «Lo hago por varias razones. Me da rabia la gente que lo destruye todo solo para obtener más dinero, cuando ya tienen más que suficiente. Y también por todas las personas que sufren a causa de esta crisis climática. Y me gustan todos los animales del planeta, no quiero que mueran.«
Christian, activista climático de 35 años: «Creo que es una emergencia climática, por la pérdida de biodiversidad y todo los desastres relacionados. Creo que es realmente grave, como un tipo de obligación. Intento hacer algo al respecto; debemos hacer acciones, como las acciones directas, para estar un paso más cerca del cambio.»
Ellis, estudiante de psicología de 22 años: «Participo en esta huelga mundial de hambre con Extinction Rebellion por el clima y la crisis ecológica porque el hambre aumentará para aquella gente que obtiene la comida de la tierra y también para solidarizarme con todas las personas que ya mueren de hambre en todo el mundo. Y eso es muy importante para mí. Este es mi quinto día, porque pasé un resfriado el primer día.”
Samuel, cantante de ópera y profesor de 45 años: «Pienso que es una buena manera de aumentar el apoyo a nuestra causa extremadamente principal, por supuesto, y de conseguir llegar a los políticos y al público. Ahora es el momento, en realidad este momento no es ahora, sino hace veinte años; nos estamos quedando sin tiempo y queda una ventana muy pequeña con la posibilidad de detener los desastres, efectos del clima, etc. Deberíamos haber empezado a actuar hace mucho tiempo.»
Fotos y texto: Joanna Chichelnitzky
Agradecer a Ellis, Samuel, Lee, Sofia y a todas las personas de Extinction Rebellion que me han acogido durante esta semana en su lucha por el clima.