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No consigo salir del shock de todo lo vivido durante la jornada del Referéndum Catalán de ayer. Pero intentaré acercarme a las palabras que hoy no me alcanzan para definir #Orgullo y #Rabia
Desde las 5 de la mañana cuando llegué a mi colegio y conseguimos abrir las mesas con voluntarios que se ofrecieron ahí mismo entre aplausos de cientos de personas que ya se habían juntado para impedir que las fuerzas de ocupación se llevaran las urnas, como consiguieron hacer en muchos otros colegios. En ese mismo momento nos avisan que a unas pocas calles en la Escola Ramón Llull la Policía Nacional intentaba cargar contra las personas que ahí se juntaron para entrar a votar. Pidieron 20 personas, salimos entre aplausos los que pidieron, entre ellos el Roger, un papá del cole a quien no alcancé a reconocer cuando luego lo vi subir a la ambulancia de la segunda carga policial con un ojo tapado por el impacto de una bala de goma. Llegamos a la Ramón Llull y comenzó la carga. Les daba igual si eran ancianos jóvenes o mujeres, repartieron como en cada huelga, manifestación, con total despropósito de razones o con el propósito de aterrorizar y hacerse paso, no para desactivar una bomba, sino para romper las puertas de un colegio a patadas para robar unas urnas, sí cajas de cartón y papeletas con un y un No. En esta primera carga no se me borrará una chavala al lado mío grabando con su móvil como le pateaban la cabeza a su hermano de unos 18 años y arrastraban por el suelo a su padre. También un muchacho con toda la camiseta rota y un golpe de porra en su frente que gritaba «vine a votar NO». A Sergi, un señor de unos 64 años con un desmayo, diabético, acompañado por su hijo y su mujer, blanco como un papel. De tantos desahucios y ocupaciones reconocí a unos mediadores de los Mossos a los que pedí que consigan abrir paso para que entraran los sanitarios. Todo esto encapsulados. Mientras tanto se sucedieron las palizas que ya iban recibiendo las personas que coreaban «som gent de pau». 37423843062_c831835f77_bVi como impedían el paso a los observadores de Som Defensores, prensa y hasta veedores internacionales empujados fuera mientras los antidisturbios sacaban las urnas por la otra puerta. Las furgonetas se abrieron paso a ostias y luego seguida la última línea de necionales que las furgonetas se dejaron de a pie, escaparon corriendo hacia la esquina de Sardenya y Diputació. Dónde realizaron la segunda carga entre cacerolazos de las los balcones. La de los disparos de balas de goma, prohibidas por el Parlament Catalán luego de una intensa lucha de los organismos de DDHH de stop balas de goma y ojo con tu ojo, después de la mutilación del ojo de Ester Quintana durante la huelga general de 2012, por los antidisturbios de los Mossos de Esquadra. Y donde hubieron al menos 4 heridos, uno de ellos el Roger en un ojo. Periodistas agredidos con porras y patadas. Y el terror de la gente que a pesar de todo preguntaba por los colegios que estaban abiertos para ir a votar.
Me quedo de esta parte con un episodio previo a la carga, un vecino de 84 años que con un bastón en mano insultó a la policía y la hija intentaba calmarlo, mientras se le llenaban los ojos de rabia e impotencia conseguimos convencerlo de salir de ese lugar diciéndole que no queríamos perder un voto. Traspasamos el cordón su hija de un brazo y yo del otro, sus vecinas lloraban y temblaban de miedo porque suponían que soltaría algo al pasar entre los antidisturbios y no se equivocaron, lo soltó con toda dignidad «hijos de puta» con la frente bien alta, no se atrevieron ni a sostenerle la mirada. Lo besé y le dije «bien hecho, vale mucho más su gesto que su voto». Aunque fuera lo último que hiciera. Me había contado de su lucha republicana y de su exilio. Lo dejé en su puerta, su hija me agradeció y poco después comenzó la brutal carga con disparos.

Continuamos intentando ser muchas en las puertas de los colegios. Hasta la noche. Se caía el diste a cada rato. Así que la gente hizo muchas horas de cola. Pero muchas. Las personas mayores eran recibidas con aplausos. Ya rulaban por el mundo las imágenes de violencia de la mañana. Pensando ya casi sobre el final que pude votar «si vienen y se llevan las urnas, ya hemos ganado» después de este asalto a la democracia, al derecho a decidir, ya nada volverá atrás.
Los abrazos, aplausos y cantos del cierre Rodeamos el colegio cuando se realizó el recuento. El resultado era lo que menos me preocupaba. Durante todo el día conectada con amigas y compañeras de otros barrios organizados hasta con centros de primeros auxilios. Algo que aprendimos en las luchas de las calles. Desde 15M. El desalojo de la Plaça Catalunya en manos (con porra) de los Mossos de Esquadra. Impresionante el Raval y Gràcia, dónde no se atrevieron tanto las fuerzas de ocupación.
Hemos vivido una jornada histórica. Agradecida a los compañeros de la prensa alternativa que fue capaz una vez más de estar muy a la altura de montar una Agencia de Noticias. La gente que vino de todas partes a apoyar. Menorca, País Vasco y Madrid.
La otra noche con mis compás Manteros les decía «bienvenidos a la ilegalidad, a la lucha por la legitimidad». Ayer me pareció que gente a la que le cuento de las luchas en las calles, entendió la rabia que siento ante la represión policial en las huelgas o desahucios. A los mayores, que ya habían olvidado lo que era la Dictadura por sobrevivir o por haber alcanzado un Estado de bienestar, este último ramalazo de batallar. A los pibes la esperanza de saber que se pueden desobedecer las leyes injustas.
Y al enemigo represor una lección de resistencia y dignidad que aunque no consigan descifrar, con el tiempo entenderán que el camino de la represión jamás será la solución de los reclamos sociales.
Por las compañeras de los movimientos antirrepresivos todo el orgullo por el aprendizaje de estos años luchando juntas.
Nuestra mayor victoria fue escuchar en cada colegio cantar algo que reivindicamos muy desde abajo los movimientos sociales «els carrers serán sempre nostres»
Y otra que decimos en Argentina «lo imposible, sólo tarda un poco más»
#orgullo #Notenimpor
No tenemos miedo!
Visca Catalunya lliure
Ahora queda aclarar que queremos cambiarlo todo. Sobre todo la ley de extranjería. Para que todas las compañeras migrantes puedan decidir dónde y cómo vivir sin ser perseguidas ni excluidas. Y para cerrar inmediatamente el CIE de Barcelona
#hemvotat #hemguanyat
#RepúblicaCatalanaYa
#FueralaMonarquía
#VagaGeneral
#StopBalasDeGoma

Texto: V.Columba
Fotos: Fotomovimiento