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No es la primera vez que marchamos en protesta con l@s afectad@s por las preferentes. A pesar de ello, siempre que escuchamos sus historias, se nos llena el cuerpo de rabia. Personas mayores, de una media de edad de setenta años, trabajando toda su vida, engañados conscientemente por cajas y bancos, y sin saber que va a pasar con todos sus ahorros.

Llevan ya un año saliendo todos los martes, haga frío o calor, nieve o llueva, recorriendo el camino que va de la Bolsa,  parando en Pl.Sant Jaume y acabando en la sede central de Catalunya Caixa.

Cada vez son mas, much@s se han unido a las protestas porque no sabían que tenían que hacer, donde acudir o simplemente por sentirse arropados junto a gente que se encuentra en la misma situación que ell@s.

Es bonito ver en su trayecto como les saludan l@s trabajadores de las tiendas en las Ramblas, acostumbrados a verlos tantos días pasar por ahí, es como si formaran ya parte del paisaje de la ciudad de Barcelona.

Durante el camino y oyendo sus voces gritando «No pararemos hasta que nos devuelvan el dinero»  hacen preguntarse a un@, porqué esas personas, de la edad de nuestros padres/ madres y abuel@s tienen que estar ahí, cuando lo que realmente les tocaría hacer es estar en casa descansando, pasando las tardes con sus niet@s o jugando a las cartas con sus amig@s.

Alucina ver como empapelan cajeros y bancos durante la marcha, se tapan los unos a los otros, para que nadie pueda ver quien es el que lo hace. Sería gracioso ver a gente mayor haciendo esto, si no supiéramos que detrás de esto se esconden situaciones que rozan la pesadilla. 

Acaba la protesta delante de la sede de Catalunya Caixa en Via Laietana , se aplauden por haber salido un día más, y ya hablan entre ell@s de cuando es su próxima salida.

Nos vamos a casa con el pensamiento de que nos queda mucho por aprender de esa gente mayor y su fortaleza en la lucha.

Que les quede claro a políticos y banqueros que nada ni nadie les va a parar, aunque sea lo último que hagan en esta vida.

Fotografías de Mònica, Manu y Teresa