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 «El semestre es corto pero la lucha será larga»

Barcelona, 15 de marzo de 2013.- «Antes de hablar de educación, os pido, compañeros y compañeras, que mostremos nuestro apoyo y solidaridad con las familias de las víctimas de los desahucios y en su memoria, porque, como sabemos, la solidaridad es nuestra mejor arma». Con esta contundente afirmación arrancaba esta tarde la lectura del manifiesto de los convocantes de la Marxa de Torxes (Marcha de Antorchas), una más de las muchas movilizaciones que han tenido lugar a nivel estatal. La Plataforma Unitaria en Defensa de la Universidad Pública (PUDUP), que reúne estudiantes, Personal de Administración y Servicios (PAS), Personal Docente e Investigador (PDI) y colectivos de todas las universidades públicascatalanas, ha vuelto a salir a la calle para, de nuevo, rechazar una deuda que «el pueblo no ha provocado» y que se está cobrando, además de los recortes en educación pública —también en sanidad, políticas sociales, etcétera—, vidas humanas. «No son suicidios, son asesinatos»

La marcha, que tenía su punto de partida en la Plaça Espanya, ha avanzado por la Gran Via tras una gran pancarta en la que se podía leer el grito de su reivindicación: “Nuestra educación no pagará su deuda. No debemos, no pagamos”. Flanqueadas por los Mossos d’Esquadra, algo más de dos centenares de personas han recorrido el centro de la vía portando antorchas encendidas y repitiendo sus necesarias exigencias: Queremos una beca, no una hipoteca; El único terrorista, el Estado capitalista; Presupuestos policiales para escuelas y hospitales; Wert, recuerda, tenemos una cuerda; Y sí, sí, sí, el poder de la cultura. Y no, no, no, la cultura del
poder. El punto final del recorrido ha sido ante la sede del Banco Santander, en Passeig de Gràcia, lugar en el que ha tenido lugar la lectura de este manifiesto.

«Nos hemos visto obligados a endeudarnos de por vida para conseguir una vivienda. Hoy, el capitalismo se cobra esta deuda con sangre»: el recuerdo de las víctimas de los desahucios ha sido especialmente emotivo en una jornada en la que el Tribunal Europeo de Justicia ha sentenciado que algunos aspectos de las leyes españolas que rigen las ejecuciones hipotecarias son incompatibles con la directiva europea de protección de los consumidores aprobada en 1993, además de señalar una serie de aspectos que permitan a los jueces
discernir cuándo una cláusula es abusiva. «Ni olvido ni perdón al sistema financiero» ha sido la frase que ha cerrado el minuto de silencio que se ha mantenido. Por eso se ha elegido como punto final de la Marxa la sede del Santander, uno más dentro de la lista de «nombres de los nuevos propietarios de la universidad pública». Han reclamado una universidad «pública, popular, democrática y crítica», libre de mercantilizaciones; una educación «del pueblo y para el pueblo». Una petición que no solo hacen los estudiantes: también profesorado y trabajadores del sector universitario. «Gritemos al pueblo para que se sume en la defensa de su educación».

Dos grandes muñecos —uno de los cuales representaba al ministro Wert y el otro al conseller de Economía Mas-Colell— han sido quemados con el fuego de las mismas antorchas que portaban los manifestantes, acción con la que se ha dado por concluida la lectura del manifiesto. Antes de dar por desconvocada la Marxa, han recordado que estaba teniendo lugar una concentración por los miembros de la CNT detenidos esta mañana ante la comisaría de Les Corts, lugar al que se han dirigido para mostrar su apoyo.

Otra tarde más de lucha y reivindicación, «el semestre es corto pero la lucha será larga»

Texto de Mònica Solanas

Fotografías de Tono, Ramon, Manu, Manuel y Mònica