Aturada de país 21 de febrero de 2019
La primera fecha prevista para la huelga general convocada por Intersindical CSC Catalunya era el día 7 de febrero, pero se cambió al 21 para hacerla coincidir con el juicio del Supremo a los presos políticos.
En las pancartas de cabecera se podía leer “21-F: Vaga general. Sense drets no hi ha llibertats” “Tombem el règim” o “Ho tornaríem a fer”.
A la convocatoria se sumaron entre otras entidades la ANC, Òmnium Cultural, SEPC, el Sindicat d’Estudiants y Universitats por la República y el USTEC, sindicato de profesores de la pública, GGT, ADIC y los partidos políticos ERC, Junts per Catalunya y la CUP
Desde el alba, hubo cortes de trafico y marchas lentas en varias carreteras principales y autopistas. La asistencia a las convocatorias fue muy alta en ciudades como Lleida, Barcelona, Tarragona, Tortosa y Girona. En cambio, el paro fue poco seguido en las empresas, según fuentes patronales, solo cerraron un 30% de establecimientos.
A las 11 de la mañana los CDR se reunieron en plaça Urquinaona, para bajar por Vía Laietana
y unirse después a la manifestación que salía a las 12 desde plaça Universitat.
Varios piquetes lanzaron huevos y pintaron las paredes del sindicato CCOO con inscripciones de “esquiroles” o “sindimierdas, vende obreros” en protesta porque tanto UGT como Comisiones no apoyaban la huelga y tenían sus puertas abiertas. También se obligaron a cerrar puertas de algunos establecimientos.
Durante la marcha un buen número de estudiantes cortaron durante unos minutos varias vías del metro y ferrocarril en la plaça de Catalunya. Los Mossos d’Esquadra no actuaron en las vías, pero si hicieron una carga contra los estudiantes en la calle.
Por la tarde a las 18 horas un río de gente bajaba desde Jardinets por Passeig de Gracia hasta Gran Vía, en la pancarta de cabecera se leía «21F Huelga General. Sin derechos no hay libertades» Durante toda la manifestación, muchos asistentes siguieron en directo por la radio con auriculares el interrogatorio de los políticos en el Supremo.
Al final de la manifestación, los portavoces de la movilización David Fernàndez, Anna Sallés, Martí Anglada y Estel Solé leyeron un manifiesto denunciando «los constantes recortes de derechos civiles y políticos por parte del Estado»
«La democracia está por encima de las leyes, sobre todo cuando éstas son injustas», y criticando que en el Tribunal Supremo se está llevando a cabo un juicio político contra el derecho a la autodeterminación con el claro objetivo de que «nunca más nadie se atreva a intentar una vía política que ponga en cuestión la unidad del Estado».
Àngels Massip, representante de Intersindical, exigió “la derogación de la reforma laboral del PP, pensiones dignas, un aumento del salario mínimo o la jornada laboral de 35 horas»
Texto: Tono Carbajo
Fotos: Tono Carbajo, Joanna Chichelnitzky