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Barcelona, 31 de diciembre de 2014
Son ya 18 los años que empiezan y acaban su último día con una marcha solidaria que recorre tres lugares de Barcelona: Wad-Ras, CIE de Zona Franca y Modelo.
Alrededor de 200 personas acudieron a las tres reuniones de mañana, tarde y noche en apoyo a las personas presas. Doscientas personas que luego fueron miles de pasos que rodearon las dos prisiones de Barcelona y que se detuvieron también frente a la puerta del C.I.E. (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Zona Franca, también una prisión sólo que con otro nombre.
Las acciones que se llevaron a cabo podían ser o no las de siempre, pero las circunstancias no lo eran. No siempre puedes sentir directamente, como las personas con las que te estás solidarizando, te escuchan, te sienten cerca… entre otras cosas porque las tienes a escasos metros detrás de un muro.
Gritos, pancartas, almuerzo, poesía, manifiesto, comida, gritos, recuerdo, antorchas, petardos, gritos, uvas y un fanzine que habían hecho las asambleas libertarias que organizaban el acto.
El fanzine recogía diferentes textos anti-carcelarios . Aquí van unos fragmentos:
“Si t’imagines un món sense desigualtats, pots imaginar un món sense presons”
“Las cárceles son el recordatorio constante del castigo existente para justificar el aparato represor. Para inculcar el miedo. Para establecer y mantener un sistema fundado en la desigualdad, donde se penaliza la pobreza y la marginación que Éste mismo produce”
“Las mujeres cuando comenten un “delito” son doblemente transgresoras: de las leyes por una parte y de las normas establecidas con respecto a ellas. Patriarcalmente, son definidas como pasivas, dóciles y encargadas de la guarda e las normas y las costumbres. Al transgredir éstas normas se convierten en “malas mujeres” para la sociedad en general, para nosotras en particular, en mujeres rebeldes.”
“La dificultad cada vez mayor para obtener y/o renovar permisos de residencia, el aumento de las rabas a la hora de casarse con unx extranjerx y el modelo de migración cualificada a través de la contratación en origen, hacen que un CIE sea una realidad cada vez más extensa y presente en la vida cotidiana de lxs migrantes, que pueden ser encerradxs en estas cárceles especiales en cualquier momento de sus vidas, por ejemplo, haber perdido el empleo.”
“Només podrem sentir-nos lliures, mentres no hi hagi una sola persona presa.”
Fotos: Xavi Ariza, Pedro Mata y Bru Aguiló
