Más fotos en Galería Fotomovimiento.

Este texto es el diario que escribimos lo días que estuvimos en las islas de Lesbos y Chios (Grecia).

Día 1. #Lesbos.
Siempre que venimos a la isla visitamos su cementerio. Es la única manera que tenemos de mostrar nuestro respeto a toda la gente que nunca llegó. Esta vez había más gente enterrada. Siguen muriendo en el mar, hay que repetirlo las veces que sea necesario. Muchas tumbas no tienen ni nombre, ni edad porque nunca nadie supo quienes eran. Una piedra o un tocho de cemento hacen de lápida. Es sobrecogedor verlo, nunca nos acostumbraremos a este cementerio, sabiendo que esta gente ha muerto por no tener un pasaje seguro. También hemos visitado a la gente de “Home for a day”. Una pareja griega, Nikos y Katerina, que llevan tres años ayudando a personas migrantes con dinero de donaciones. Nuestros gobiernos venden armas, ellos cocinan. En este espacio todo el mundo es bienvenido. Finalmente hemos hablado con la valiente Amal, profesora, que echa de menos a su padre que no pudo huir de Siria. También con Noor, presentador en #Irak y que espera poder trabajar de periodista en Europa. Nos lo ha contado con los brazos llenos de cicatrices que le hizo la mafia, pero sonriendo y sin perder la esperanza.

Día 2. #Lesbos.
Hoy hemos estado en el campo, mejor dicho, centro de detención de #Moria. La capacidad del espacio es para 2.500 personas y actualmente hay unas 6.000. Si la situación hace un año era mala, la de ahora mismo ya no sabríamos ni cómo definirla. Se incumplen TODAS las condiciones imaginables que debería tener un campo mínimamente decente.
Moria NO tiene condiciones de salubridad. La basura se amontona por todos los lados y los niños juegan en un suelo textualmente lleno de mierda. Es un foco de infecciones y de enfermedades. Solamente hay agua 2 horas al día. Las zonas de baños, duchas y para lavar ropa son lo peor que hemos visto en la vida. ¿Como se supone que tiene que vivir la gente así? Estamos hablando de que hay gente que se pasa un año esperando aquí en estas condiciones.
La comida es la misma que se ha estado repartiendo en campos griegos durante 3 años, pasta y salsa de tomate día sí, día no, trozos de pollo o arroz. Y no sólo es mala (la hemos probado), es que es igual para todos. Si estas enfermo, pues mala suerte.
Los niños y niñas en #Moria no van a la escuela. Su vida se limita a corretear o a estar en una tienda. Los campos en Grecia siempre han sido así, porque se suponía que su estancia era algo “temporal”. Pero ahora sus esperas son ahora infinitas.
Las mujeres y los menores están aún más desprotegidos que antes. Las mafias campan a sus anchas en #Moria (prostitución, drogas..) y mucha gente vive con miedo. Recordamos que este es un campo que depende de autoridades y #UNCHR. Y todo esto pasa y se sabe. Nadie hace nada.
La gente se está volviendo loca, de esperar, de que nadie les explique que va a pasar con ellos, por la inseguridad, por el frío. Todo esto, más lo que llevan ya en la espalda. Médicos Sin Fronteras lleva tiempo avisando urgentemente del aumento de enfermedades mentales, que no dan abasto. Tampoco hay más atención médica, que la de Médicos Sin Fronteras fuera del campo. Y hay mucha gente con problemas muy graves de salud.
Hay gente durmiendo en el suelo y en tiendas que no son impermeables, cuesta entender como sobreviven al frío y a la lluvia.
Finalmente, nuestros amigos de #UNCHR siguen poniendo logos y repartiendo sus mantitas, pero esta es la situación que hay. Básicamente porque la gestión es un desastre y hay una falta de voluntad política total en #Europa. Y lo peor, las cosas no van a mejorar.
En resumen, que aquí en #Lesbos, como en #Serbia, #Ventimiglia #Melilla y otros sitios, los que salvan la situación desde hace años son las organizaciones independientes, los activistas, los ciudadanos.

Día 3. #Lesbos.
Hoy os hablaremos del trabajo de tantos anónimos en cadena. La parte más humana de todo esto, lo que no hacen nuestros miserables gobiernos pero sí personas de a pie. Es importante visibilizar esto. Pasa aquí pero es extensible a muchos otros lugares.
– El maravilloso proyecto “One happy family”. Como llega la ropa a su almacén? Voluntarios que ya han vuelto a sus países y que hacen recogidas. Informándose d lo que realmente se necesita, si es verano o invierno y si ya hay ese material en #Lesbos o no. Con cabeza y no a lo loco!
– Huertos comunitarios gestionados por personas de “Better days for Moria” y migrantes que se encuentran en #Moria. Con ellos se cocina y se hace la comida para repartir. Así ofrecen productos frescos y la gente tiene una actividad para hacer y no estar en el campo.
– Una chica española con la ayuda de una griega. Recogen de los acantilados los plásticos restantes de las lanchas que llegan. Con ellos hacen bolsos y otro material que venden para comprar lentes para gente del campo de #Moria Además, gente de España recoge monturas y se las manda. Colabora con una óptica de #Lesbos que le deja las lentes a precio de fábrica (benditos griegos). Ayuda a personas con problemas de vista, glaucoma, heridas de guerra en ojos.. Es el proyecto “Light Without Borders”.
– Leer cura el alma. Libros en varios idiomas y para olvidar por un rato la situación en la que estas. En “One happy family” puedes usar este servicio y sentarte en una preciosa colina. Recogen a la gente del campo de #Moria con coche en varios horarios y los devuelven.
Como estos, hay más proyectos y personas haciendo cosas maravillosas. ¿Que pasaría si esta gente no estuviera? ¿Como puede ser que con menos dinero de lo que reciben grandes organizaciones se puedan hacer cosas tan grandes y que dignifican a tantos?. Que sepáis q la mayoría de migrantes sobreviven gracias a todos estos anónimos, que mientras los responsables reparten miseria, otros en la sombra reparten amor y esperanza. Hoy ha llovido mucho y ha sido otro día horrible en #Moria. Pero teníamos que contar esto. Mañana más.

Día 4. #Lesbos.
Hoy hemos estado en el norte de la isla. Regresamos una vez más, al cementerio de chalecos y barcos que se han ido recogiendo de las playas durante tres años. Imaginad las miles y miles de personas que se han jugado la vida cruzando por el mar. Es una bestialidad verlo.
También nos hemos acercado al campo de #Moria y hemos estado hablando con personas que llevan meses (varias un año) en el campo. Para resistir el frío montan estufas caseras. La leña la van a buscar por los alrededores. Hay enfermos, embarazadas y bebes recién nacidos.
En #Moria no hay suficientes baños para todo el mundo y en los alrededores el olor de excrementos es irrespirable. Hay gente que se construye los suyos propios. Es una muestra de dignidad ante la miseria y la crueldad a la que los someten.
Nos impactan las historias de
Kheler, del Kurdistán iraquí. Está enfermo. Levantaba las manos diciendo: “Europa, Europa” mientras nos enseñaba las condiciones del campo. No está ni enfadado, sino muy triste porque no entiende este trato en el campo de #Moria y en #Europa.
También salimos tocados cuando descubrimos a un señor que vive un solo en una tienda del campo. Le hemos saludado y ni ha gesticulado. Estaba ido. Va en andador por un campo lleno de barro y agua. Nos preguntamos como hace para ir a al baño, asearse, hacer cola para la comida.
Hablamos con una familia del campo que ha adoptado un perro que estaba abandonado. Le han construido una casita preciosa y calentita. #Europa no cuida de la gente pero ellos cuidan al animal como si fuera un hijo. Cuanto por aprender de todas estas personas.
No podemos olvidarnos de la imagen de la niña a la que hoy le han regalado una muñeca. Estaba tan contenta que se la enseñaba a todo el mundo. Aquí, cualquier cosa por muy pequeña que sea, da la felicidad durante muchos días. Sobretodo a las niñas y los niños.
Hace otra vez bastante viento en #Lesbos. Dan lluvia para los próximos días. Hoy la basura se amontonaba aun más que ayer. Nos gustaría poder deciros que la situación va a mejor, pero no es así.

Día 5. #Lesbos.
Hoy hemos entrevistado a Philippa y Erik Kempson. Llevan 3 años aquí y nos han contado las infinitas vulneraciones de Derechos Humanos que se vienen produciendo desde hace años ha habido desde el principio.
Hemos hablado también con el sirio Saad. Hace 4 meses que espera en Grecia con su familia. Nos ha dicho que se queda aquí, el lugar de Europa en el que puso el primer pie. “Quizás no hay mucho trabajo y dinero pero sé que nadie me acogerá como los griegos”.

Nos hemos acercado al campo de Moria una vez más. Hoy llovía. El campo estaba como cada día hecho un desastre. Colas de una hora por un tomate y una naranja. Literal. Se reparte la comida para 5.000 personas y hay 6.000. La gente desesperada se pelea para conseguir alimentos frescos. Es horrible.
3.000 personas siguen con tiendas de campaña fuera del campo debido a la masificación de gente que hay.
El tema de la electricidad no se ha solucionado aún. 3 años llevan para arreglarlo!!!. Cables sueltos, agua por en medio, la luz saltando cada dos por tres, gente tocando los cuadros de luces para intentar arreglarlo, niños jugando con ellos. Desastroso.
Un chico llamado Mohamed, recalentaba el pollo que reparten en el campo porque está crudo y con moho, así tiene menos posibilidades d enfermar. Estuvo sitiado en Siria muchos meses sin agua, luz y alimentos. Para sobrevivir comía gatos y perros. Este campo es la bienvenida q le damos en Europa.
Volviendo por la noche al hotel de #Mitilene dos chavales (menores) nos han llamado. “Vosotros estabais hoy haciendo fotos en #Moria”. Les hemos preguntado si iban de vuelta andando hasta el campo. “No, dormiremos aquí en el suelo, Moria es una mierda, ya lo sabéis”.
Día 6. #Lesbos.
En el campo de Moria desde ayer por la tarde empezaron a limpiar el campo. Esta mañana mucha gente estaba trabajando, se daban citas para el medico atrasadas, han empezado a decir a mucha gente que en breve se iba ya hacia Atenas. Mucha policía fuera. ¿Sabéis porqué? Porque han venido políticos de visita. Hemos visto esta jugada más veces en otro sitios como Croacia. Además, últimamente los medios están publicando mucho sobre las condiciones del campo. Entonces todo el mundo corre por la presión. Pero siempre es temporal hasta que el foco desaparece, nunca es para buscar una solución definitiva a la situación.

Hoy os mostramos fotos de la comida y las condiciones eléctricas de las que os hemos hablado estos días. En ellas podréis ver los alimentos que se reparten (patatas, arroz, pollo) así como el desastroso y peligroso cableado que hay en el campo. La comida es tan mala que la gente va al super a comprar. Yousef Fares, por ejemplo, sirios de 17 y 19 años, andan una hora de ida y otra de vuelta cargados con alimentos. Nos ha costado hablar con ellos, estaban asustados, cansados de que les engañen una y otra vez. No querían que sus caras salieran en las fotos.
Hemos vuelto a visitar al señor del andador que está solo en una tienda y del que os hablamos hace un par de días. Nos ha contado su historia. Mohammed es afgano, tiene heridas de los talibanes por todo el cuerpo, en la cabeza, en las piernas, en los brazos. Además las gafas las tiene mal y no puede ver. Es un caso de vulnerabilidad extrema y no le han llevado a Kara Tepe (campo especial para estas personas). Ni siquiera deben saber que está aquí. Vamos a intentar que lo trasladen a otro lado mediante una voluntaria independiente. Nos duele el estómago de la rabia y impotencia que llevamos encima. De verdad que las organizaciones que están en el campo no han visto la situación en la que se encuentra y nosotros en dos días sí? Para que hostias se les paga?
Hemos hablado también con Hamad, del Yemen. Tiene problemas del corazón desde hace años. Ha ido varias veces al médico y le ha dicho que no se preocupe, que mientras le siga latiendo significa que está bien. Y se quedan tan anchos.
Las mujeres siguen estando totalmente desprotegidas. Se pasan la mayoría del tiempo en las tiendas. Muchas, no van al baño desde que se va la luz (sobre las 5.30h) hasta que vuelve a salir (sobre las 8h) para que no les pase nada.
Hoy hemos conocido a una familia kurda que llevan todos tatuados lo mismo en la mano. Lo han perdido todo en la guerra pero no han dejado de sonreír durante el rato que hemos estado con ellos. Encontraron a un menor en el campo de Moria, lo han adoptado y ahora ya es uno más de la familia.
Día 7. Lesbos.
Hoy hemos tenido un “problemilla” y no haremos el resumen del día. Mañana os contaremos.

Día 8. #Lesbos
Ayer retuvieron a uno de nosotros para estar dentro del campo de #Moria captando imágenes. Nos hicieron borrar varios vídeos y fotos por lo que hemos perdido algún material, identificaron a la persona y tuvo que dejar los datos de donde nos alojábamos. Quedó en un susto de unas horas y en un aviso que allí no se podía entrar ni hacer fotos. En resumen, no quieren que sepamos lo que está ocurriendo allí, algo que ya sabíamos. Queremos dar las gracias a tres chicas del País Vasco que nos avisaron al resto de la detención y nos ayudaron en todo. Sí, hay gente activista en la sombra que está allí apoyando en lo que se necesita aunque jugarse su estancia de largo plazo en la isla. Miles de gracias.
Pero vamos a lo importante. Ya os hablamos de Mohammed. Su situación era como ya os contamos, terrible. Hay una voluntaria independiente, Luz, que se ha quedado a su cargo. Hace 1 mes que EuroRelief (organización que gestiona el campo) sabe que el Mohammed está allí, pero nadie ha hecho nada. Tiene 68 años, diabetes, no ve bien, no puede ir al baño, lavarse, tiene heridas de guerra infectadas que le obligan a ir con un andador por un campo lleno de piedras y barro. Hoy, esta voluntaria lo ha llevado al médico, la ha limpiado y vestido. Está intentando trasladarlo a un lugar mejor. Luz nos ha dicho que cuidará de él como si fuera su padre, y nos lo creemos, nos ha mandado la foto del Mohammed con ella, no había sonreído hasta ahora, está feliz de que alguien cuide de él. Podéis seguir el trabajo que hace Luz en Light Without Borders, Philippa y Eric Kempson le han dado también ropa nueva y de abrigo, té y comida. Maravillosos todos.
Pero hasta que no busquen una solución a su caso, tendrá que vivir y dormir en el suelo de su tienda mojada y llena de basura (estos días ha llovido mucho). Luz y otras personas han pedido que se le diesen mantas para el menos cambiarlas y no dormir sobre las que están mojadas. La respuesta de EuroRelief ha sido: Hoy ya hemos cerrado.
No se puede ser más miserable. Mohammed tiene una hija en Alemania que la espera pero no le dejan marchar hasta que haga todo el papeleo (puede ir de 8 meses a 2 años).
Os pedimos que os informéis (hay noticias que ya hablan de ello) y difundáis que es lo que está haciendo la organización EuroRelief en Moria, a la que se paga para gestionar el campo mientras se dedican a querer cristianizar a gente a cambio de un trato de favor a quien lo haga.
Esto es sólo una muestra de lo que está haciendo Europa con miles y miles de personas que han huido y que algunos se encargan de perpetuar en el tiempo para hacerse cada vez más ricos y poderosos. No hay intención de arreglar nada, no quieren que venga más gente, estas condiciones son pensadas y calculadas por el efecto llamada si las condiciones fueran buenas. La gestión de cualquier campo no se puede hacer ni que se quiera tan mal. Lo que no quieren entender es que la gente no dejará de venir, sea como sea.
Miles de millones de euros gestionados no sabemos por quién ni dónde van, ni que hacen con ellos.
Mañana marchamos a la isla de Chios.

Día 9. #Chios.

La situación en el campo de #Vial es también un desastre absoluto. En una pared hay la frase de un chico que estuvo aquí y que ha quedado como muestra del sufrimiento de tantos y tantas cada día. Vial está muy apartado del centro y hay pocas posibilidades para las personas del campo para moverse. La gente se hacina en un espacio sobrepasado entre basura. Hay unos pocos (pero maravillosos) voluntarios que trabajan incansablemente. La situación en Chios es más dura que Lesbos, porque está aún más olvidada y es menos visible. En una de las fotos, podéis ver el espacio en el que duermen 100 chicos (muchos menores), separados por plásticos y mantas. Dicen que es como estar en una tumba: “Es como vivir muertos”. Por las noches las ratas les muerden. Con frío, comida mala y encerrados en este espacio a veces hasta más de un año.

En la isla de #Chios están lo nazis de “Amanecer Dorado”, amigos de la policía, y con una parte numerosa de locales que ponen banderas negras en los postes de luz porque no quieren a personas migrantes allí. También han instalado una carpa delante del campo que vigila las 24h. Han llegado a bloquear contenedores para que no llegue la ayuda a Vial y a agredir a voluntarios. La Europa que nos viene es para ponerse a temblar.
Ante la inhumanidad de nazis y gobiernos, están ellos, los locales como Antonis y Michalis de la organización #FEOX (foto), que llevan tres años luchando, y Laila de “Holes in The Borders”, y Diego, y Víctor y muchos otros, que resisten ante tanta hostilidad y que resisten para no dejar a toda esta gente tirada en la nada.
Decir por último, que Grecia está sola ante una situación demoledora. Europa la ha convertido en nuestro vertedero, en aquello que nosotros no queremos ver aquí, en nuestras ciudades y pueblos.

Abrid las jodidas fronteras!

Fotografías: Tono, Pedro, Manu y Moni.

Texto:  Moni.