Cádiz, 1936 represión, 2019 reparación

“La guerra terminaría si los muertos pudiesen regresar”.
James Baldwin (1924-1987) Ensayista, novelista y dramaturgo estadounidense.

Las guerras son crueles siempre y nunca las gana nadie, pero aun más cruel es una guerra civil, enfrenta a hermanos y familias por sus ideas o solo por vivir en una zona u otra del territorio. La nuestra fue una terrible guerra civil que no podemos ni debemos olvidar.

Todos sabemos de las exhumaciones de restos de represaliados de nuestra guerra civil. Hemos visto alguna noticia en los medios sobre el descubrimiento de objetos que portaban algunos de esos restos, lo que nos recuerda que no son solo huesos, sino que esos restos de hoy pertenecieron a una persona, una persona como cualquiera de nosotros, con hijos, padres, maridos, esposas, novios, vecinos, amigos, recuerdos, con la diferencia que esa persona sufrió una muerte violenta por sus ideas o por ser allegado a alguien con ideas contrarias al régimen que “ganó” la guerra e instauró una dictadura basada en el terror.

Seguramente también sabemos que España, después de Camboya, es el país del mundo con más personas desaparecidas. Según cifras de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, los restos de 114.226 hombres y mujeres permanecen aún en enterramientos improvisados y fosas comunes ubicadas a lo largo y ancho de toda la geografía de este país, algunas con más de mil personas, sin poder haber sido identificados.

Los trabajos de exhumación y reparación que se han hecho y se siguen haciendo son impulsados por cientos de asociaciones, plataformas, grupos, familiares, en muchos pueblos y ciudades del país, que presionan de todas las formas posibles a las administraciones para que esos restos dejen de ser anónimos y pasen a manos de sus descendientes para ser enterrados dignamente.

Un trabajo ingente que en muchos casos se ve dificultado por el sentido político de la administración de turno totalmente contraria a que se remueva ese capítulo de nuestra historia por simpatía o afinidad con el régimen que lo llevó a cabo.

Este reportaje se centra en los trabajos de exhumación que se están realizando en la Fosa Norte en el antiguo Cementerio de San José en Cádiz y es un tributo a esas personas represaliadas, pero también pretende ser un pequeño reconocimiento a las personas que los llevan a cabo.

UBICACIÓN

Como se puede ver en la primera imagen, el recinto del cementerio (en rojo) está situado en pleno casco urbano de la ciudad. En la segunda imagen, la fosa en excavación (en azul) representa un espacio muy pequeño comparada con el tamaño del solar (en rojo) que ocupó el cementerio. Hoy día han desaparecido los enterramientos, nichos, en altura, sus cuarteladas fueron demolidas tras el traslado de los restos a otra ubicación, pero quedan los enterramientos en superficie, fosas comunes, panteones, osarios. Se estima que en superficie aun hay restos correspondientes a unas 180.000 personas.

Este espacio estuvo en uso como cementerio desde el año 1800 hasta su clausura en 2001, aunque su cierre definitivo no se produjo hasta 2016.

En 1979  sufre una reforma para aumentar su capacidad de sepulturas en altura, levantándose cuarteladas de nichos cuyos cimientos se diseñaron sin tener en cuenta los enterramientos en fosas comunes lo que dificultó y dificulta enormemente los trabajos que se siguen llevando a cabo en la Fosa Norte ya que muchos de los restos aparecen total o parcialmente irrecuperables por los susodichos cimientos.

Las investigaciones llevadas a cabo indican la presencia en el cementerio de San José de restos de unas 650 personas víctimas de la represión. De algunas se conocen sus nombres y apellidos, de otras solo se conoce su lugar de enterramiento.

El número de familiares que solicitan la recuperación de sus cuerpos es cada vez mayor, por lo que se hace necesario ejecutar intervenciones en este cementerio destinadas a la exhumación, análisis y posterior devolución de los restos a esas familias.

LA FOSA NORTE

En abril del 2018 ya se inició una fase en el Cementerio de San José para la localización y estudio estratigráfico de las Fosas Comunes de Patio 1º.

Una de las mayores dificultades que ha encontrado el equipo de arqueología es la total ausencia de información acerca de la ubicación de la fosa común.

En los Libros de Registro de enterramientos se indicaban las inhumaciones efectuadas, pero ninguna otra alusión a su ubicación dentro de los muros del cementerio, no existían referencias orales o escritas. Este hecho motivó esta primera campaña, realizada de febrero a julio del citado año.

Se efectuaron una serie sondeos para intentar localizar la ubicación exacta. Tras cinco meses de excavación arqueológica se encontraron restos óseos de cuatro personas con evidencias de muerte por arma de fuego, compatibles al contexto histórico que se investigaba, que abarca el período comprendido entre el verano 1936 hasta 1938, los meses más duros de la represión en la capital gaditana.

Tras la exhumación y estudio de estos primeros cuatro cuerpos, a finales de Marzo de 2019 se inició la excavación en extensión de la fosa común, dentro del marco de un convenio entre el Ayuntamiento de Cádiz y Cemabasa, empresa pública mancomunada que gestiona varios cementerios en localidades de la Bahía de Cádiz.

El volumen de excavación de la fosa se estima en unos 770 m3, que deben ser excavados manualmente para asegurar la localización e integridad del mayor número posible de restos correspondientes a víctimas de la represión. En la presente campaña y pese a todas las dificultades, se llevan excavados unos 370 m3, colmatados de inhumaciones en cajas de madera junto a un gran osario.

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PROCESO ARQUEOLÓGICO I (TRABAJOS INTERIOR FOSA)

Para ejecutar la intervención se están aplicando técnicas arqueológicas, ya que este método científico asegura la total recuperación de datos y la fiabilidad de los resultados. La excavación no se preveía exenta de dificultades, ya que habría que recuperar los 141 cuerpos de personas víctimas de la represión que mencionan los Libros de Registro, de entre otros 39.000 cuerpos sepultados en este mismo lugar procedentes de otras localizaciones de la ciudad (hospitales, casas particulares, etc.).

Libro de registro del cementerio con paginas correspondientes a Julio de 1936

 

Primeros restos aparecidos en la Fosa Norte. Toma realizada mediante dron por el Laboratorio de Arqueología y Prehistoria de la UCA y cedida por el Ayuntamiento de Cádiz

Se han exhumado cerca de 600 restos, entre los cuales se han  localizado hasta ahora 25 individuos víctimas de la represión, todos ellos con evidencias de muerte por arma de fuego. La  investigación se está basando en un riguroso estudio documental, que hace posible trazar los perfiles de los sujetos asesinados.

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PROCESO ARQUEOLÓGICO II (EXHUMACIÓN DE RESTOS)

Tanto sobre el terreno como en el posterior análisis se han identificado las evidencias más contundentes: balística y daños óseos diversos; fracturas craneales, en extremidades superiores o inferiores e incluso impactos en la columna vertebral y cadera. El estudio antropológico ha revelado que todas estas fracturas han sido producidas por impacto de bala. Hecho constatado ampliamente a través de los restos de proyectiles, documentados en 15 de los cuerpos recuperados en esta fosa, pertenecientes a armas de fuego cortas de 9 mm y largas del tipo Mauser 7 mm.

Al fotografiar estos proyectiles no pude evitar pensar que en 1936 habían acabado con la vida de alguien, alguna persona cuyo pensamiento o actividad eran consideradas subversivas por el régimen. O simplemente, una denuncia falsa por rencillas personales, que en esos momentos era suficiente para acabar con la vida de un ser humano.

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PROCESO ARQUEOLÓGICO III (OBJETOS PERSONALES)

Como dije al principio, lo que humaniza estos restos y los acercan mas a nosotros son los objetos que no les fueron desposeídos a las victimas en el momento de su asesinato. Objetos de uso común, peine, cepillo de dientes, cartera, gafas, vestimenta, entre otros. Objetos de uso diario que nos hablan de sus propietarios, los arqueólogos creen que algunos de estos restos pertenecieron a un grupo personas de un cierto nivel social, posiblemente profesionales liberales. La dentadura postiza, el gemelo, el portarretratos, así lo sugieren. Fueron igualmente fusilados junto a otras muchas personas.

También al fotografiar estos objetos, que algún día se compraron o fueron regalados con ilusión, no pude evitar pensar en las personas que los poseyeron y como fueron asesinadas, lo que me produjo una sensación de enorme desasosiego y tristeza.

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PROCESO ARQUEOLÓGICO IV (reconstrucción y catalogación)

Todos estos cuerpos fueron exhumados y estudiados. De ellos se realizó una reestructuración para la realización del informe antropológico completo y se extrajeron muestras óseas para un análisis comparativo de ADN con los familiares con el objeto de poder identificarlos. Así mismo los objetos personales con los que fueron sepultados fueron recuperados, embolsados y etiquetados y, en algunos casos, restaurados.

Todos estos trabajos son llevados a cabo en el exiguo espacio correspondiente a la antigua capilla del cementerio que se mantiene tal como estaba antes de la clausura, es el único espacio cubierto disponible.

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Aún quedan meses de trabajo y fosa por excavar, por lo que la esperanza de los arqueólogos de seguir encontrando restos de victimas y poder devolverlos a sus familias permanece intacta.

 “El pueblo que olvida su historia esta condenado a repetirla”.
Frase atribuida, entre otros, al filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana que da la bienvenida a los visitantes del bloque número 4 del campo de Auschwitz.

Texto: José Gener Basallote, Jorge Lizana
Fotos: Jorge Lizana

 

Datos proporcionados por José María Gener Basallote, arqueólogo Municipal responsable de la excavación, muchos de los detalles del proceso arqueológico están expresados con sus propias palabras. Gracias a su colaboración, así como de los arqueólogos Fátima Barreiro Espina y Francisco Moncayo Montero y los operarios Juan Mera Leal, Rosa Tubío Gragera y José García García, ha sido posible este trabajo.
También agradecer a los técnicos de Memoria Democrática y al departamento de prensa del Ayuntamiento de Cádiz su cooperación.