Marcos, trabajador de Telefónica, fue despedido después de una baja médica, aunque la verdadera razón de su despido fue producto de la represión sindical, ya que poco antes fue incluido como candidato a delegado en las elecciones sindicales. Y así lo entendió el juzgado de lo social, que declaró el despido nulo. Recurrida la sentencia por la empresa, el TSJC declaró el despido improcedente. Todos los sindicatos presentes en el Comité de Empresa exigieron a Telefónica la readmisión de Marcos. Ante la negativa de la empresa, varios trabajadores y sindicalistas de Telefónica: Carles, Josep, José, Marcos y Laurentino iniciaron el pasado lunes una huelga de hambre.
Hoy, en su quinto día de huelga, se muestran con la moral alta, enteros. Mucha gente les muestra su apoyo y solidaridad, y eso les mantiene firmes.
Nos comentan que estamos ante una sociedad dormida, y en la situación actual tiene que haber pequeñas cositas como esta, que contribuyan a generar conciencia de clase; la huelga de hambre debe ser un pequeño granito de arena que despierte el espíritu de lucha en las personas.
No se consideran ningunos héroes, creen que son muchas las personas que a lo largo de la historia han realizado acciones mucho más valientes ante las injusticias sociales.
Su ayuno, no es sólo por el despido de Marcos, lo que pretende ser es una denuncia a la empresa Telefónica, que a pesar de tener unas ganancias abismales y unos jefes privilegiados con sueldos astronómicos, tratan de manera inhumana a sus trabajadores y juegan con el miedo y la fragilidad.
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