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Barcelona, 22 de Noviembre de 2015
El 20 de noviembre de 1936, caía en el frente de Madrid, Buenaventura Durruti.
Hoy en el cementerio de Montjuic, ante su tumba, junto a la de Ferrer y Guardia y Ascaso, se hacía un acto en su memoria y en la de todos los que dieron su vida en defensa de unas ideas que lo que perseguían era dignificar la vida y humanizar el trabajo.
El colectivo «Tras la Manta» ha sido especialmente invitado al encuentro.
La persecución actual que sufre el sindicato de manteros y cualquier vendedor ambulante, seguro que se parece mucho a la que soportaron aquellos antiguos cenetistas que hoy también estaban en la memoria de la gente.
Tal como se ha dicho hoy de forma espontánea: «si estos hombres viviesen, seguro que se hacían del sindicato de manteros».
Para acabar unas citas de Durruti, nada mejor para hablar de él:
«Al Fascismo no se le discute, se le destruye».
«Existen sólo dos caminos, victoria para la clase trabajadora, libertad, o victoria para los fascistas lo cual significa tiranía. Ambos combatientes saben lo que le espera al perdedor. Nosotros estamos listos para dar fin al fascismo de una vez por todas, incluso a pesar del gobierno Republicano».
«¿Habéis organizado ya vuestra colectividad? No esperéis más. ¡Ocupad las tierras! Organizaos de manera que no haya jefes ni parásitos entre vosotros. Si no realizáis eso, es inútil que continuemos hacia adelante. Tenemos que crear un mundo nuevo, diferente al que estamos destruyendo».
«Llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones; y ese mundo está creciendo en este instante».«Recorro España a lomos a bueyes robados. Cualquier delito es insignificante si el fin es destruir el fascismo».
«Ningún gobierno lucha en contra del fascismo para destruirlo. Cuando la burguesía ve que el poder se les escapa de sus manos, alzan el fascismo para mantener sus privilegios».
«La única iglesia que ilumina es la que arde», (Frase original de Piotr Kropotkin al que B. Durruti citaba en numerosas ocasiones).
«Proponemos la elevación del tipo de vida del obrero, hasta procurarle no sólo el pan, sino el hogar limpio, el solaz justo y los lugares de esparcimiento que necesita una vida humana».
«Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades…¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero -le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante».
Texto: Pedro Mata.
Fotos: Manuel Roldán.