En la frontera entre Serbia y Croacia, en Šid, muchos migrantes intentan sobrevivir ante las dificultades económicas y las restricciones legales que impone el estado serbio y el croata. Muchos prefieren vivir fuera de los campos porque la comida es mala y se atreven a vivir sin derechos, algunas veces hasta bajo amenazas y golpes de la policía. En el vídeo hay testimonios de las historias que les llevaron a emprender esta ruta de emigración tan peligrosa que son desgarradoras. Desde Fotomovimiento pedimos una vez más pasajes seguros y Derechos Humanos para este colectivo de personas sin nombre; los migrantes sin refugio.