“No es por 30$ es por 30 años”

Esta mañana, frente a su embajada, los chilenos y chilenas se manifestaron para pedir la inmediata dimisión de Piñera y la derogación de la constitución heredera de Pinochet. Muchos barceloneses también se unieron a la concentración en solidaridad con sus amigos y familiares.
La protesta fue convocada para difundir y visibilizar los muertos de estos días en las manifestaciones de Santiago de Chile, que comenzaron por una abusiva subida en la tarifa del metro, pero que a día de hoy ya rebasan ese hecho.
En las pancartas se podía leer “Esta lucha es por la dignidad, Chile despertó” “Piñera, renuncia” o “Nos están Matando”.

El descontento en el país crece a medida que se deteriora la sanidad, la educación y las pensiones o las subidas en el precio de la gasolina y la electricidad. La subida del metro, transporte imprescindible para las clases más populares, ha sido la gota que ha colmado la paciencia de la ciudadanía.
La represión de las protestas está siendo brutal, con los militares disparando fuego real a los manifestantes, algunos de los cuales son tan solo jóvenes estudiantes con uniforme. A día de hoy ya se contabilizan once muertos, pero se sospecha que son bastantes más. Uno de los momentos más emotivos de la concentración ante la embajada, fue durante el minuto de silencio que se guardó en su memoria.

La criminalización de las protestas, los muertos y la censura en medios de comunicación y redes sociales de cualquier noticia de apoyo a las reivindicaciones de los chilenos, recuerdan los dramáticos años de la dictadura de Pinochet, que parece alargar su siniestra sombra a través de la presidencia de Piñera.

El viernes 18 se declaró el estado de emergencia nacional y un militar vuelve a estar al mando, el general Javier Iturriaga del Campo.
La razón que da el presidente para justificar semejante brutalidad en la respuesta a las manifestaciones es la habitual: «asegurar el orden público, proteger los bienes tanto públicos como privados y garantizar los derechos de todos y cada uno de nuestros compatriotas». Piñera ha declarado que su país “Están en guerra contra todos los chilenos que quieren vivir en democracia”
Un tipo de declaraciones que ya empiezan a ser un clásico cuando un gobierno se desliza hacia una dictadura o como justificación de los abusos policiales o del ejército.
Al acabar la concentración, los manifestantes se dirigieron por Passeig de Gràcia hasta la Plaça de Catalunya.

Texto y fotos: Tono Carbajo

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