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La noche de los muertos más reivindicativa de Barcelona empezó a mascarse la tarde del 31 de octubre cuando, sobre las 19H, llegó al Ágora Juan Andrés Benitez el Ébola.
Un par de horas más tarde un ejército de zombies Reflectantes salió de la plaça sant Felip Neri.
Al mando estaba el resucitado Francostein.
Durante toda la noche el mounstruo recorrió Ciutat Vella y Raval en busca de transeúntes y contenedores a los que abrazar con su ley mordaza.
Acabaron todos en La Base donde pudieron bailar un poco, invocar a brujas, tocar la gaita y disfrutar de una deliciosa quiemada.

Texto y fotos: Pedro Mata