Terminamos un año más frente al CIE de Barcelona, un espacio de no Derecho, un lugar de la vergüenza, un dispositivo racista del Estado para instrumentalizar el terror en la población migrante a la que encierra detrás de estos muros por el simple hecho de no tener papeles.

Estamos aquí para decir basta al racismo institucional, para denunciar las agresiones y torturas a las que son sometidos nuestros hermanos y hermanas, para señalar que las muertes bajo custodia policial son responsabilidades de Estado, también las muertes durante las deportaciones forzadas, estamos aquí para no olvidar las muertes de Idrissa y a Alik, bajo tutela policial en este CIE. Y a 7 más en los CIEs del resto del Estado. Hoy queremos recordar especialmente, a Marouane Abouobaida, marroquí, de 23 años, que fue suicidado por el Estado este mismo año, el 15 de julio, luego de sufrir agresiones en el CIE de Zapadores de Valencia, por denunciarlas al Director mediante una carta, por no haber sido asistido luego de las palizas y haber sido conminado a régimen de aislamiento sin medidas y cuidados especiales, cuando había manifestado por escrito que ya no soportaba la situación que estaba atravesando. La muerte de Marouane no fue un suicidio, fue un asesinato, es el resultado del racismo institucional y consecuencia directa de una política migratoria basada en la criminalización, el encierro y la deportación de las personas migrantes

Terminamos este año, en que hemos visto como la ultra derecha se ha instalado en las Instituciones, y el discurso de odio que se esparció como pólvora en la sociedad, gracias a la complicidad de los medios de comunicación, y al silencio cómplice de la izquierda blanca, que tampoco supo ponerle límites a ese discurso racista. Se han naturalizado las agresiones a niñes y jóvenes adolescentes, en los lugares donde deberían estar protegidos. Si un artefacto explosivo hubiera caído en el patio de un colegio del eixample, lo hubieran llamado atentado terrorista, pero se trataba de menores migrantes y aún están investigando, sin resultados ni responsables. Denunciamos el ingreso de menores en los CIEs del Estado español, que durante el último año se han multiplicado. Y repudiamos las agresiones a chavales en los Centros de tutela, donde deberían estar protegidos y donde también son maltratados. Denunciamos el trato a jóvenes migrantes en situación de calle por parte de la policía y a las políticas de Asilo y Acogida que hacen agua por todas partes y en el que todas las Administraciones tienen responsabilidad.

En 2019 y sólo hasta el 10 de diciembre, Caminando Fronteras, informa sobre 655 muertes en el Mediterráneo. El vaciamiento y militarización de los organismos civiles del Estado como Salvamento Marítimo, que se enfocaban en rescatar vidas en el mar y buscar a los desaparecidos, ya están en manos de la Guardia Civil, la misma que continúa impune por los crímenes de Tarajal, gracias a las políticas del Gobierno de Pedro Sanchez en materia de Fronteras. En lo que va de gestión del PSOE se han multiplicado las deportaciones y gracias a la Ley Mordaza, las deportaciones express se han realizado sin pasar por los CIEs. Bastaron las redadas racistas de la policía en las calles y metros, para hacerlo desde comisaría. La Ley de Extranjería funciona junto con la Ley Mordaza como una guillotina que no deja rastros en las miles de personas que son devueltas a sus países en los últimos años.

Entre banderas y esteladas se perdieron una vez más la oportunidad de denunciar las deportaciones forzadas, en las que el Estado invierte millones de euros para devolver a las personas migrantes a los territorios que dejan atrás por hambre y guerras. No importaron los presos políticos que desde hace años se encierran en los CIEs de toda Europa. Sólo importaron SUS presos políticos. Y así entre otros cientos de deportados, estuvieron Ayoub y Achraff detenidos en Lleida durante la huelga del 18 de octubre. Y el Mohamed que después de estar en prisión durante un mes, al quedar en libertad con cargos fue detenido en la puerta de la prisión y trasladado aquí al CIE de Barcelona, donde todavía se encuentra a la espera de ser deportado. Los dos primeros, defendidos por abogados de oficio, un turno que debería avergonzar al Colegio de Abogados por su incompetencia y falta de humanidad, al igual que los notarios, que no son capaces de acercarse a estos Centros para oficializar los cambios de las defensas de las personas encerradas en estos campos de concentración de migrantes que son los CIEs.

Este último verano pudo verse en Barcelona como Sí SE PUEDE sacar de las calles a los Manteros a través de mega dispositivos de represión policiales. Hemos visto en 2019 como aferrarse a un sillón para gobernar, puede echar por la borda tantos simbólicos contadores de muertes en el Mediterráneo, retiradas de estatuas de esclavistas con fuegos artificiales y recibimientos de barcos de ONG con orquestas, para reforzar por otro lado las #Fronteras en la Plaza Catalunya, Paseo de Gracia, Barceloneta y Drassanes contra los más vulnerabilizados. Prometiendo soluciones sociales que nunca llegan. Son los Manteros los que se exponen a decomisos, multas, CIEs y deportaciones.

No tenemos nada que celebrar este fin de año, nos atormentan las luces de la ciudad porque contrastan con toda esta oscuridad y opacidad que encierran los Centros de Internamiento que como este de la Zona Franca, lejos de representar una anomalía del sistema, refleja el perfecto funcionamiento del Racismo Institucional del Estado. Estamos aquí para mostrar nuestra solidaridad con los hermanos que están detenidos aquí, por los que murieron detrás de estos muros, y para reforzar nuestra lucha anitrracista.

Abajo los muros de las prisiones, por el cierre de todos los CIEs, por el fin de las Deportaciones, gasolina a la Ley de Extranjería.
No nos vamos, no nos integramos!!!
Fuego al racismo.

Texto: Victoria Columba
Fotos: Pedro Mata

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