Ayer fue la lluvia, la que convirtió todo en un lodazal. Hoy el viento arrancaba las tiendas y rasgaba los sobretoldos. Los responsables del desastre, los responsables del sufrimiento, no son los fenómenos meteorológicos: son nuestros representantes políticos, esos a los que les pagamos el sueldo con nuestros impuestos. Esos que elegimos en las urnas cada cuatro años. Esta no es nuestra Unión Europea, este no es el mundo que queremos para nuestros hijos. Ustedes están sembrando el odio del futuro. Ustedes son los responsables. No en nuestro nombre!.