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El encierro que comenzó hace días en el Hospital Sant Pau en defensa de la sanidad publica, se generaliza a otros centros de Barcelona. Hoy se unen Vall de Hebron, Clinic y Bellvitge.
Los continuos recortes presupuestarios en sanidad empiezan a manifestarse en la disminución de calidad asistencial.
Los médicos constatan el alarmante incremento en las listas de espera para pruebas diagnósticas. Los retrasos en intervenciones quirúrgicas debido al cierre de quirófanos, la saturación permanente de urgencias y un largo etc.
En cuanto al ámbito laboral se han disminuido las plantillas de los hospitales, se han retirado las ayudas al fondo social, y se cerrarán las guarderías.

A este problema se añade el cambio de régimen jurídico inminente del Hospital Clinic, que quiere permitir la entrada a la gestión privada, tal y como ocurrió hace tiempo en el Hospital de Sant Pau. Dicho hospital, está siendo objeto de investigación judicial por presuntas irregularidades en contratos públicos, pagos de sobresueldos a directivos e indemnizaciones injustificadas. La publicación del informe de la Sindicatura de Comptes, en el que se habla del Hospital de Sant Pau, aún no se ha hecho, y fue retrasada por intereses políticos hasta después de las pasadas elecciones catalanas.

Los trabajadores de la sanidad exigen que se paren de inmediato estas medidas que ponen en peligro la salud de la población y reclaman una sanidad publica de calidad.

La gestión privada de los bienes públicos sale más cara en detrimento de los servicios. Los hospitales funcionan con nuestro dinero y no pueden ser manipulados por unos pocos que buscan un lucro personal.

Reportaje de Tono, Ramon, Mònica y Manu