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Jueves, 27 marzo 2014.- “Venimos a afiliarnos al Partido Popular”. Con estas seis palabras, tres abogados han conseguido abrir la puerta de la sede de Ali(cia) Baba (sí, sin tilde) Sánchez Camacho y la cueva de sus más de 40 ladrones, a las 19.30h de esta tarde, en el centro de Barcelona. Eso ha permitido que una veintena de abogados, ataviados con sus togas, ocuparan durante una hora larga las oficinas de los Populares en la calle Urgell. El objetivo era «alertar a la sociedad de la trascendencia de la aprobación» de las reformas en curso —Ley del Aborto, Ley de Seguridad Ciudadana, Código Penal y Ley de Extranjería entre otras—, y la debacle que eso supondrá «en nuestro sistema de derechos y libertades».
En el manifiesto que han leído en el interior de la sede ante la presencia de dos trabajadores, han anunciado también su adhesión a la campaña #Desobediència2014, «que pretende activar un movimiento por los derechos civiles, políticos y sexual-reproductivos masivo, basado en estrategias de desobediencia civil que frenen dichas reformas legislativas». La lectura del manifiesto ha tenido lugar tras las reiteradas negativas de ser recibidos por un representante del Partido: el grupo de abogados ha decidido permanecer en el interior del local hasta que pudiera realizarse una entrega del mismo de manera formal.
Eso ha generado una creciente incomodidad en los trabajadores que permanecían en el interior de la sede. “Salid a la calle; si no, tendré que llamar a los Mossos”; la amenaza se ha repetido varias veces, mientras los abogados esperaban absolutamente tranquilos. Pasadas las 20.00h, momento en el que el local cierra sus puertas cada día, ha aparecido un tercer trabajador, que ha seguido insistiendo en el necesario desalojo de las oficinas. «Alicia Sánchez Camacho no puede recibiros, está trabajando el el Parlament»; «¿Verdad que si un cliente quiere haceros una consulta legal debe pedir hora? Pues eso mismo es lo que tenéis que hacer». Argumentos peregrinos como respuesta a algo que parecían no querer entender: la ocupación de la sede respondía en esencia a una acción de desobediencia. Ha sido este mismo trabajador quien se ha hecho cargo de la recogida del manifiesto y de la firma de una copia del mismo como señal de entrega al Partido Popular. No ha habido suerte a la hora de conseguir que rubricaran el mismo con un sello, no lo encontraban. Misterios sin explicación.
Finalmente, y tras cumplida amenaza de convocar a los Mossos d’Esquadra a la reunión, los abogados han abandonado el local Popular con la misma calma con la que se han mantenido durante todo el tiempo que ha durado la acción. Los agentes se han limitado a observar cómo los togados abandonaban las oficinas. Una vez en el exterior, la consabida foto de familia ante la presencia de los escasos —por lentos y sin capacidad de reacción— medios que esperaban en la misma acera. Esta de hoy promete ser la primera de una serie de acciones de desobediencia, porque cuando la injusticia es la ley, la desobediencia es un derecho.
Fotografías: Tono Carbajo Texto: Mónica Solanas
