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Un gran esfuerzo por parte de la organización para conseguir dos días de fiesta y reivindicación.
Dos días repletos de actividades en la Plaza de Catalunya.
Conciertos, micro manifiestos, talleres de pancartas. Caceroladas.
Un muy emotivo acto de entrega de reconocimientos a muchos colectivos por su lucha.
Abrazos, recuerdos. Análisis políticos del momento actual. Y emociones, un montón de emociones en las miradas.
Celebración de las victorias conseguidas pero también autocrítica. Y esperanza siempre esperanza.
El día quince hubo una presencia notable de los compañeros de la Marea Azul de Movistar, que recibieron la solidaridad de todas las presentes.Su lucha por unos trabajos dignos es la de todos.

En el recuerdo de todas la infamia de que en unos días varios jóvenes entraran en prisión por manifestarse pacíficamente ante el Parlament de Catalunya.
Varios colectivos han recibido multas por ejercer su derecho a manifestarse y a protestar por las tropelías de los poderosos. La ley mordaza, ese atentado contra las libertades de los ciudadanos, entra en vigor el uno de julio. Esperemos que sea derogada cuanto antes y recuperemos al menos, un mínimo de cordura y decencia.

La corrupción y el choriceo siguen al orden del día y en muchos casos con una impunidad escandalosa. La merma de derechos sociales y políticos es mas que evidente para todos he incluso para la comunidad internacional. Es evidente para todos menos para los que nos gobiernan, que siguen queriendo convencernos de que las cosas van viento en popa. Será para ellos, porque las listas de espera en la sanidad, el deterioro de la enseñanza, las políticas migratorias criminales y la perdida de derechos laborales desmienten la mayor.

La democracia tiene aun por delante la ardua tarea de recuperar su dignidad.
Estamos de lleno en un año electoral, veremos como reacciona la ciudadanía y los partidos. Veremos si triunfa el miedo al cambio o gana la ilusión y una nueva forma de hacer las cosas. Lo que parece fuera de toda duda es que la organización y el empoderamiento de la sociedad civil, es algo que ya no tiene marcha atrás.
Hemos aprendido que no podemos delegar nuestros derechos en manos de los políticos. Hemos aprendido que tenemos que pedirles cuentas de su gestión. Hemos aprendido que las cosas se pueden hacer de otra manera y que la democracia es mucho mas que votar cada cuatro años.
Seguiremos trabajando por una sociedad mejor, mas justa y mas responsable hacia sus ciudadanos.
Seguiremos en las calles todo el tiempo que sea necesario.
Cuatro años de lucha desde el 15M, dan para mucho, pero aun queda mucho por hacer.

Texto: Tono Carbajo.
Fotografia: Jorge Lizana, Tono Carbajo, Pedro Mata, Rober Astorgano